Stella recién había llegado que dejó sus maletas en la que, a partir de ahora, sería su habitación. Después de acomodar todas sus cosas y encajarlas a la perfección de cada uno de sus rincones (y por supuesto, saltar en su nueva cama), decidió que sería bueno ver como era el colegio y que cosas podría esconder.
Poco fue bajando las escaleras. Vio una chica que no pareció hablar mucho con los demás alumnos. Decidió dar un paso en su posible relación de compañeras.
-Hola! Me gusta mucho el colegio. Siento si estorbo, es que me aburría y tenía ganas de hablar con alguien... es que no conozco a nadie... Soy Stella Clubher, encantada-dijo sonriéndole.